Luis Abinader expresó este martes
su preocupación por la recomendación de un fuerte ajuste fiscal hecha por el
Fondo Monetario Internacional (FMI).
El excandidato presidencial y
dirigente del Partido Revolucionario Moderno advirtió que no se entiende que el
FMI dice, por un lado, que la economía está robusta y por otro que hay que
aplicar un plan de ajuste, advirtiendo que esa receta pudo ahorrarse si el
gobierno del presidente Medina hubiera atendido las sugerencias del PRM, y del
sector empresarial, para que hiciera un alto en su carrera de endeudamiento
desenfrenado y hubiese mejorado la calidad del gasto público.
Atendiendo requerimientos
periodísticos con relación al tema, Abinader precisó que tanto él como la
dirección del PRM, economistas independientes y sectores empresariales
advirtieron reiteradamente al gobierno sobre los riesgos a que sometía a la
economía dominicana con su irresponsable política de endeudamiento.
“No sólo porque mucha de esa
deuda ha tenido un destino dudoso, como ha sido cubrir sobreprecios de obras
públicas en el marco de la más absoluta impunidad, como las de Odebrecht, la
compra de aviones Super Tucano, la remodelación de hospitales y construcción de
aulas escolares, entre otros, o cubrir gastos corrientes y dispendio del
gobierno, sino por el elevado costo de los préstamos”, planteó el economista y
líder político.
En ese aspecto citó que el país
paga una tasa de interés promedio de entre 8 y 9% por la deuda pública, lo cual
conlleva dedicar cada vez más recursos al pago de intereses, tanto como RD$140
mil millones en 2017 ó el 28% de los ingresos tributarios.
“En esta situación el gobierno
dominicano no tiene legitimidad para recibir un centavo adicional por más
impuestos, hasta que no se termine con las desviaciones de fondos fraudulentas.
Es inaceptable transferir más recursos a un gobierno que se ha negado a mejorar
la calidad del gasto, que se ha negado a la transparencia y a enfrentar la
corrupción”, puntualizó.
Dijo estar consciente de que el
desarrollo necesita recursos adicionales, pero estos solamente podrán fluir
hacia el Gobierno cuando se haga un uso eficiente de ellos, es decir, cuando
haya garantías de que habrá mejoría de los servicios públicos y se enfrente la
corrupción, pues siguiendo los actuales criterios del manejo de los recursos
públicos del presidente Medina, es sencillamente, transferir dinero a un “barril
sin fondo”.