El vocero político evangélico, Domingo Paulino Moya, expreso este lunes que
el ‘no ha lugar’ dictado por los magistrados Alejandro Moscoso Segarra y Víctor
Mejía Lebrón a favor del senador Félix Bautista y del Alcalde de San francisco
de Macorís, Félix Manuel Rodríguez Grullón, respectivamente, dejó claro que el
expresidente Leonel Fernández logró imponer su cúmulo de poder por encima de los
poderes fácticos establecidos en el país.
Paulino Moya, quien también es director ejecutivo del Foro permanente por la Paz Política Global, refirió que el apoyo dado por el embajador norteamericano James Brewster al procurador general de la República, Francisco Domínguez Brito, cuando lo visitó en su despacho, además del espaldarazo que realizaron los empresarios más influyente del país, más el pronunciamiento del episcopado dominicano, condenando la corrupción evidencia que la lucha sostenida por el funcionario judicial contra los beneficiarios del no ha lugar “es una lucha de poderes que no concluye y que por el contrario continuará”.
El también presidente del Ministerio Jesús es Sanidad y Vida Eterna, entiende que esos sectores de poder que por tradición imponían sus decisiones “y que hoy con la decisión judicial de no ha lugar, han visto su influencia disminuida, procurarán de cara a las elecciones presidenciales, congresuales y municipales del 2016, influir para provocar un debilitamiento político contra Leonel Fernández y el partido de Gobierno”.
Paulino Moya manifestó que el purpurado evangélico dominicano siente una profunda preocupación al igual que otros sectores de la nación, amantes del orden institucional y la paz social, que podría verse afectada si el próximo proceso electoral, “no es desde esta etapa pre-electoral, equilibrado mediante consenso con todos los sectores de la vida nacional, a fin de evitar una situación que dañaría el proceso hacia la consolidación de la democracia dominicana, que sin duda ha sido lacerada con la sentencia que deja libre de culpa al senador Félix Bautista y al alcalde de San Francisco de Macorís”.
Paulino Moya, quien también es director ejecutivo del Foro permanente por la Paz Política Global, refirió que el apoyo dado por el embajador norteamericano James Brewster al procurador general de la República, Francisco Domínguez Brito, cuando lo visitó en su despacho, además del espaldarazo que realizaron los empresarios más influyente del país, más el pronunciamiento del episcopado dominicano, condenando la corrupción evidencia que la lucha sostenida por el funcionario judicial contra los beneficiarios del no ha lugar “es una lucha de poderes que no concluye y que por el contrario continuará”.
El también presidente del Ministerio Jesús es Sanidad y Vida Eterna, entiende que esos sectores de poder que por tradición imponían sus decisiones “y que hoy con la decisión judicial de no ha lugar, han visto su influencia disminuida, procurarán de cara a las elecciones presidenciales, congresuales y municipales del 2016, influir para provocar un debilitamiento político contra Leonel Fernández y el partido de Gobierno”.
Paulino Moya manifestó que el purpurado evangélico dominicano siente una profunda preocupación al igual que otros sectores de la nación, amantes del orden institucional y la paz social, que podría verse afectada si el próximo proceso electoral, “no es desde esta etapa pre-electoral, equilibrado mediante consenso con todos los sectores de la vida nacional, a fin de evitar una situación que dañaría el proceso hacia la consolidación de la democracia dominicana, que sin duda ha sido lacerada con la sentencia que deja libre de culpa al senador Félix Bautista y al alcalde de San Francisco de Macorís”.