La esperada reunión, la primera entre dos presidentes de ambos países en más de medio siglo, se realizó en una pequeña sala dentro del Centro de Convenciones Atlapa de Panamá, donde se está celebrando la VII Cumbre de las Américas con la presencia de los 35 países del continente y de Cuba por primera vez.
Obama y Castro estaban sentados uno al lado del otro, en un formato similar al que se usa cuando el mandatario estadounidense recibe a un presidente extranjero en el Despacho Oval.
Es una reunión “histórica”, admitió el propio Obama, quien reconoció también que la historia entre los dos países es “complicada”.
“Ahora estamos en condiciones de avanzar en el camino hacia el futuro”, subrayó el presidente estadounidense.
Según Obama, la mayoría de los estadounidenses y también de los cubanos han respondido de forma positiva al anuncio para la normalización diplomática que él y Castro hicieron en diciembre pasado.
“Con el tiempo es posible que podamos pasar página y desarrollar una nueva relación entre nuestros dos países”, subrayó Obama.
La reunión de hoy entre Obama y Castro estuvo precedida de una conversación telefónica el pasado miércoles y que estuvo centrada en revisar el proceso para la restitución de las relaciones diplomáticas bilaterales, que debe llevar a la reapertura de embajadas en Washington y La Habana.
Esa apertura, para la que aún no hay fecha, también fue tratada en la reunión de tres horas que celebraron el jueves en Panamá el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, y el canciller de la isla, Bruno Rodríguez, que hasta hoy había sido el contacto de más alto nivel diplomático entre Estados Unidos y Cuba desde 1958.